martes, enero 31, 2006

Poema XXVII

Ven y acaricia mi rostro
ven y te daré sombra con mis labios
caricias de sangre con mis manos.

Ven y te acompañaré hast el amanecer
por todo el frío que vimos y compartimos
Te abrazaré y (lo sabes) no te soltaré
me uniré a ti y no me separaré
mientras te admiro y en tu amor te amo

Te suplicaré perdón con lágrimas cálidas
por ser débil e indigno de tu alma
amada mía, susurro mi llanto.
Soy demasiado dichoso a tu lado
de saberme pura y dignamente amado.

¡Ven aquí, y aunque estés viniendo
aunque el camino sea breve de recorrerlo
aunque poca distancia nos separe
yo hacia tí estoy ya corriendo!

Poema XXVI - Rosas

Cuida tus rosas
bésalas y acarícialas
son suaves y hermosas
sangrantes y llorosas.

Tus ojos mojados
sobre ellas, en el viento
tu cabello enmarañado.
¿Riegas las flores
con tus dulces lágrimas?
¡oh, condesa, que belleza
brotará en flor de ellas!

Las admiro rojas
en los campos nevados
en las sombras negras
como la noche de mi alma
¡negra como mi anterior tristeza
como mi desesperanza!

Las luces de esas perlas
que se despeñan por tu cara
¡por beberlas, vida mía
doy ahora yo mi alma!

¡Oh rosas que de ellas nutres
oh rojas, hermosas rosas!

Poema XXV - Resurrección

Al final debajo de la roca
surgirá la carne renovada,
y nuevamente opaca,
al amanecer. No más
osamenta corroída
ni decadencia de muerte:
no más ruinas ni sueños destruídos.
Tras el pasillo, luz.

Hay esperanza en la noche
hay dulzura en las estrellas;
hay sueños bellos, susurrados,
por el viento en mis orejas.
Hay amaneceres claros,
siempre hay nuevas primaveras,
nuevas flores por brotar,
sueños nuevos en las cestas,
que Dios nos va a regalar.

Hay cantos nuevos, hay llantos
que en alegría se apagan,
trinares y luces suaves,
y amores invernales
que crecen como la hiedra.

Hay belleza que enamora,
sueño que eleva y asombra,
luz que la dicha ensalza
¡Cómo la que siento ahora!

miércoles, enero 25, 2006

Poema XXIV - Fondo

Cuando miro mi fondo
tras todos los velos
lo que en verdad soy
sólo un niño veo
llorando en silencio

Todo lo que deseo
mi más grande sueño
mi mayor anhelo
es un dulce pecho
un suave regazo
que reciba, amado,
los cristales de mi duelo.

¿Existirá?

¿Existirá quién, dulcísima,
quiera entrar profundo
y alumbrar con su arrullo
esa sombría tristeza,
esa llorosa oscuridad?

lunes, enero 23, 2006

Poema XXIII - Camino

Siglos detrás de mis pies
ya el camino se extendía
valles y bosques bebía
en las edades de ayer

¿Ves las montañas y lagos
que traspasa en su trayecto
los recodos del sendero
que yacen abandonados?

Caminemos, recorramos
el transcurso de los años
veamos que hay más allá.
De la vía entre los sueños
¡seamos nosotros los amos!

sábado, enero 14, 2006

Poema XXII - Niño

¿Por qué no?
Ven niño, ven ángel
quiero ver cabellos suaves
ojos penetrantes
¡oh dulce niño!
fruto de mi vientre
calor de mi unión
ven, escucha mi oración
te ansío, te amo,
y aún no nacido
yo te he visto
ya te oído
he sentido tus latidos

¿Por qué me eres negado?
¡Niño, sueño, vida, deseo!
¿Cuántas lágrimas puede
un seno seco llorar por tí?
¿Cuántas lágrimas puede
secar el sol a las mañanas
al ver otro día
nacer sin tu cara?

Entre las sábanas de mi lecho
te busco, calor de mi vida
te busco y te espero
te amo y me desvelo
ruego darte a la claridad
¡esperando la estrella
de tu Natividad!

¿Qué sentido hallan mis lágrimas?
¿Qué llanto es este inexplicable?
¿Cómo la luz de vida no arde?
¿Cómo me seco sin darte alma?

¡Quiero tu voz, quiero tus llantos,
quiero tus gritos pidiendo leche!
¡quiero tus ojos fijos en mis ojos!
¡quiero verte crecer en mi casa
y ya grande, partir desde el muelle.

Una cuna vacía
lágrimas esparcidas
¿por qué me eres negado
dulce hijo deseado?