jueves, febrero 24, 2005

Poesía V

Bueno, la IV está siendo arreglada... Por eso sigo con esta. Luego de completa la publicaré.


Cae con el día el sol
los rayos postreros alumbran
líneas de fuego y penumbra.
Siguiendo lento el camino
voy entre los musgos yo

Aún la noche no vino
gustan del cielo mis ojos
de los hilos temblorosos
que como lanas de ovino
trazan nubes en lo alto.

Me detengo, al pie del árbol
refugio de mi ave amada
que canta todas las noches
y vuela en las mañanas.

El canto sigo de las voces
que trinan en suaves nidos.
He de recordar mis niños
que esperan allí, al fin del camino.

He de recordar mi hogar
sin ansiar mayor premura
ante la fresca negrura
mi alma vuelve a besar
las estrellas dejadas
por el pincel celestial.

A cada paso me acerco
a la pequeña cabaña
toda de madera buena
y chimenea naranja
donde arde leña seca.

Luego de charla apacible
de relatos de otro día
el lecho para los niños
y nupcias a los amantes...
Y el sueño, largo y rendido
hasta la luz del levante.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola ninio, bueno que te puedo decir, la verdad q escribis cosas muy hermosas =)...son verdaderamente muy lindas tus poesias. Te deseo mucha suerte en todo!
Besotes
Pau

1:01 a.m.  

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