domingo, marzo 13, 2005

Poema VI

Vendrán tiempos de paz
hoy marchan en oscuridad.
Ya la sombra se va hacia el frente
sigue lejos hacia el este,
pasa las líneas del ejército.
Suyo será del triunfo el mérito
el trofeo, la nueva luz

Llevo la cruz
la alzo a los cielos
ruidos de truenos
rudos tambores
tras los escudos
mil luchadores.

¡Caigan colinas,
mueran, dragones!

Rojo trazo de sangre,
rojas ondas de fuego;
de mal y de frenesí hambre,
de vida y de libertad ruego.

El humo de torna ocre
al ser por el sol herido
“¡Rush!” gritan las gargantas.
¡Alcen el canto guerrero!
Ya llegarán los gemidos…

Los reyes van montados
con sus mantos en el viento.
Al frente, la lanza en ristre
aceleran los campeones
al paso que dan de ejemplo
los héroes de nuestros cuentos

La tierra tiembla,
los arcos silban,
las voces gritan,
aún sin dolor.
Brutal ardor,
dura batalla;
en la planicie
la gloria estalla.

Espadas que sangre vierten
valen allí más que diamantes.
Todas las cosas cortantes
han perdido ya su brillo;
de metal hechos los filos
y de carne los sangrantes

Rubios cabellos, rudas miradas,
ropas de vida manchadas;
rugen las bestias, mueren las sierpes,
son derrotadas, destruidas por siempre

El velo de humo se descorre:
¡Que los ojos ya no lloren!
Nadie será abandonado
Las aves trinan, el sol refulge
El bosque vuelve sobre el campo

Bello final de esta historia
Bello final de aquél día
Cuando las voces unidas
Clamaron allí ¡Victoria!