domingo, marzo 27, 2005

Poema VII

Bajando la ladera nevada
entre blancos remolinos
sus pies pequeños y finos
siguen su paso de hada.

Las rocas ocultas son suaves
en las plantas de la niña
la nieve es cálida, y la brisa fría
no hiere el rubor de sus mejillas.

Espumosos los cabellos
se adelantaron en el viento.
Sus ojos entrecerrados
en claro nimbo enmarcados
ven en la luz el aliento.

Respira, y el aire frío
infla su pecho tembloroso
devuelve luego al aire el aire
con un suspiro delicioso
que aspira el invierno en la montaña
hasta extinguir el ardor que lo acompaña.

¡Dulce niña, suave hada!
Por ser la mano que acompañe tu camino
por ser quien sostenga tu destino
no pediría ya más, de lo que pido, ¡nada!

¡Hermosa niña, hermosa hada!

¡Epe Ose nunei Vuvpe ad!

4 Comments:

Blogger Nahuel said...

Excelente Blog,
Excelentes Poemas, posta me dejaron helado.

(llege por medio del Señor Marmaduke que comento el el blog del conde)

Saludos desde las lejanas tierras de Valinor, donde se me conoce como Smaug)

11:47 a.m.  
Blogger Nahuel said...

Excelentes poemas, me dejaron helado.

Llegué al blog por medio del Sr. Marmaduke, que comento en el blog del conde.

Saludos desde la lejana Valinor, mas al oeste que el oeste, mas allà de la tierra.

11:48 a.m.  
Blogger Nahuel said...

como no hy 2 sin tres, la dualidad comentaristica (??) se debe a que me tiro error, pero se ve que de mentira.
No volverà a suceder.
Creo

11:52 a.m.  
Blogger SP said...

Las hadas están por todos lados!

Aguante!

(grito muy poco hádico)

9:35 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home