viernes, octubre 28, 2005

Poema XVIII

Los brazos al aire
agitados en danza
jugando en la salsa,
¡corramos al baile!

Dame tus manos
tuve tu cintura
tu pelo susurra
en vapores profanos;
de ti me he adueñado
ya toda te siento
respiro tu aliento
licor de dulzura.

Tal vez en un tango
atrape tus ojos
y bese tus labios
húmedos y rojos
¡Süeño lujurioso!

miércoles, octubre 26, 2005

Nightwish

En las tierras blancas
Más allá del océano
Donde se hunde el sol por siempre
Y los días duran meses.

Cantaron su música alta
Vivieron con sus ojos azules
poesía de mar y cielos eternos
inmensos paraísos de nubes.

¿Dónde ha quedado su voz?
¿A dónde te han exiliado?
¿Qué de ti ha fallado,
que han desechado tu don?

Las naves te han devuelto
a estos puertos lejanos
ellos te han abandonado
nosotros te hemos recibido
más nunca hubieramos querido
oir así lo que ha pasado.

sábado, octubre 22, 2005

Poema XVII

¿Cuantos siglos va a durar la espera
cuantos milenios el aprendizaje?
me cansé hace rato de este viaje
y verte mía de una vez quisiera

Sigo así porque no tengo otro camino
ni otra forma de marchar de aquí
Y aunque al final no llegue a ti
solo lo sabré si continúo
Cuando lo abandono, ya he perdido
ese es el único final seguro.

Ay, basta de tormentos
basta de martirios
no más sufrimiento
quiero un alivio

Te merezco mía
lo sabes muy bien
te merezco y se
que como quería
así vas a ser.

Deja de enfrentarte
entregate ya

miércoles, octubre 12, 2005

Poema XVI

Bajo las nieves de tus cabellos
en los océanos de tus ojos
el hielo del invierno boreal
la sangre en tus labios rojos

La tormenta agita remolinos
y arrebata lágrimas heladas;
se clavan en la tierra, puñaladas
destinadas a llorar en el olvido

¡Deja que tu cabello flote al viento!
¡Deja que tus ojos pierdan foco!
Yo te comtemplaré, tu capa abriendo
La flor fría deshojando de a poco.

viernes, octubre 07, 2005

Viaje del Aurora I - Partida

Murmuran suaves voces por lo bajo
- ¡Vamos, ya es la hora, vamos!
Podéis salir, el lobo ha pasado
¡Se ha hecho la hora, vamos!

Bajo el manto de campesina
tres niños corren abrazados
tiritan en la brisa matutina
horas de espera los han agotado.

¡Corran al camino, benditos
del Señor prodigio y obra!
¡corran, que el tiempo no sobra
se acerca ya a nuestro hogar
el cruel que nos ha perseguido!

Un haz anaranjado ahora parte
con fuego el brillo de los leños
al sol naciente fruncen el ceño
y miran la jornada por delante.

¿A dónde nos llevará la huida
qué tierras que aún no recorrimos?

Primera parte de el cantar de la huida de unos aldeanos perseguidos por una casa noble perversa.